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Ice-o-Lator es un hachís muy apreciado por su pureza, que le confiere una gran fuerza.
¿Lo ha probado o ha oído hablar de él y quiere saber más sobre el tema, su historia y todo lo relacionado con este método de extracción? No se lo pierda: de eso trata este artículo.
Ice-o-Lator es originalmente el nombre comercial del equipo utilizado para hacer un tipo de hachís. Este equipo utiliza agua y hielo para separar del cannabis los elementos cargados de cannabinoides y aromas (principalmente tricomas, terpenos y flavonoides).
Esta técnica es bastante cara en comparación con las técnicas tradicionales, pero permite separar los elementos que nos interesan con mucha delicadeza. No se rompen ni se aplastan durante el proceso. El hachís resultante, que toma el nombre de la técnica, es muy puro y tan delicado como la propia técnica.
El proceso no se inventó para extraer resina de CBD, sino de cannabis. Fue patentado a mediados de los 90 por la Pollinator Company, una empresa de Ámsterdam especializada en la fabricación de maquinaria agrícola.
Fue esta misma empresa la que ideó el Bubbleolator, una máquina que utiliza un proceso similar para fabricar hachís Bubble.
Estos procesos de extracción fueron creados por Mila Jansen, conocida como "la reina del hachís". Ella sigue siendo el rostro del proceso para la Pollination Company. Desde que se desarrolló por primera vez, el Ice o Lator se ha convertido en un nombre muy conocido, y a día de hoy sigue siendo una de las formas más rápidas y sencillas de extraer hachís de la máxima calidad .
La extracción propiamente dicha del hachís Ice-o-Lator se divide en 3 etapas, a las que se añaden las etapas opcionales de maduración y prensado.
Esta etapa consiste en separar los cristales de cannabinoides del material vegetal. Se puede hacer a partir de flores, hojas o incluso ramas de CBD, pero no todas estas partes contienen la misma cantidad de cannabinoides. Necesitas unos 100 gramos de flores para obtener menos de 20 gramos de hachís. Pero necesitarás 400 o 500 gramos de hojas para obtener aproximadamente la misma cantidad de hachís.
Para llevar a cabo este paso, se coloca el material vegetal previamente congelado en la máquina de extracción. A continuación, se añade agua y hielo, y ya está. La máquina lo bate todo junto, separando los elementos en el agua. Entonces, ¡es hora de cosechar!
Una vez finalizada la infusión, los elementos separados se suspenden en el agua. La etapa de cosecha consiste en filtrar esta agua a través de tamices cada vez más finos, para recuperar los tricomas y terpenos, que son los elementos más finos.
El material extraído se refina al pasar por tamices que van de 200 micras a 25 micras. Para que se haga una idea de lo que esto representa, una bacteria suele tener un tamaño de entre 0,5 y 5 micras, por lo que se recuperan miles de millones de micropartículas para componer el hachís.
Dado que el agua se utiliza para separar la resina del material vegetal, es importante secar bien el hachís antes de consumirlo. Este paso no es complicado en sí mismo, pero debe realizarse con cuidado para evitar la aparición de moho.
En general, el método consiste en separar el hachís en pequeñas porciones que se extienden lo menos posible para que se sequen rápida y uniformemente.
La resina de CBD es un poco como el vino: puedes beberla cuando esté lista, pero siempre es mejor esperar un poco. No sólo por esperar, sino porque tendrá tiempo de madurar y revelar aromas más finos y delicados. Algunos afirman que esta etapa también podría mejorar su psicoactividad, lo cual no es imposible.
Esto es hasta cierto punto lo que ocurre con el CBN. Se produce por la oxidación del THC que tiene lugar cuando las flores se dejan al sol. El CBN en sí no es muy psicoactivo, pero desempeña un papel importante en el efecto séquito que hace que el efecto del THC sea más fuerte.
Tras la maduración o el curado, viene el prensado. Una vez más, es cuestión de gustos. El hachís Ice-o-Lator puede consumirse sin prensar, en cuyo caso se asemeja a una masa de polvo o migas grandes y arde con burbujas.
Con el prensado en caliente, adquiere una textura más compacta, suave y aceitosa. Esto también mejora su efecto, en primer lugar porque se concentra, y en segundo lugar porque el calor ejercido durante el prensado activa los cannabinoides, revelando toda su potencia.
La técnica tiene varias ventajas:
Por otro lado, las desventajas de la técnica son bastante menores. El mayor inconveniente es que la técnica utiliza relativamente mucha agua, lo que en el clima actual no es necesariamente ideal.
Algunas personas también ven en el coste del equipo una desventaja, ya que una máquina cuesta unos 200 euros y una bolsa entre 50 y 90 euros. Sin embargo, en nuestra opinión, se trata de un factor relativo que depende sobre todo del uso que le des.
Ahora que ya lo sabe todo sobre la resina Ice-o-Lator, su historia y su método de producción, sólo le queda encontrarla en nuestra tienda para probarla, o volver a probarla, ¡y decirnos qué le ha parecido!