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El TDAH es un trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad.
También se conoce por las siglas TDAH: Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad. Es un trastorno neurológico que se manifiesta por :
Este trastorno suele aparecer durante la infancia y más raramente en la edad adulta. Afecta principalmente a niños, alrededor del 5% de los niños y el 2,5% de los adultos[1].
He aquí la distribución de los tres síntomas entre los niños diagnosticados: Trastorno por déficit de atención (alrededor del 47%), hiperactividad e impulsividad (alrededor del 36%) y una combinación de los 3 (alrededor del 17%)[2].
Las investigaciones vinculan el origen del trastorno principalmente a factores hereditarios o ambientales: exposición a sustancias tóxicas durante la vida fetal (consumo de tabaco, alcohol o drogas, intoxicación por plomo, exposición a pesticidas)[3], aunque es difícil establecer una causa única para una malformación neurológica, vinculada a anomalías en el desarrollo cerebral y/o a una deficiencia de ciertos neurotransmisores como la dopamina o la noradrenalina.
> Déficit de atención y falta de dopamina :
La Alta Autoridad Sanitaria francesa recomienda terapias cognitivo-conductuales basadas en ejercicios prácticos para reeducar la atención.
El tratamiento también puede incluir medicación (principalmente metilfenidato). Se trata de estimulantes diseñados para aumentar la actividad de la dopamina en el cerebro, cuyos efectos secundarios pueden ser insomnio persistente. [1]
Por supuesto, una dieta sana y regular, dormir bien, pasar menos tiempo frente a una pantalla y hacer ejercicio físico favorecen el desarrollo y la gestión adecuados de este trastorno.
El cannabidiol (CBD) es una molécula derivada de la planta del cáñamo (cannabis sativa L.), del mismo modo que el THC, pero con la particularidad de carecer de efectos psicotrópicos. Numerosos estudios[4] han establecido un vínculo entre cannabinoides como el CBD y el sistema endocannabinoide (SCE) natural del cuerpo humano, formado por varios receptores que, una vez activados, desempeñan un papel a nivel celular en varios niveles, entre ellos la reducción del dolor, ansiedad y la inflamación.
Aunque actualmente los estudios sobre el CBD y el TDAH[5] sólo pretenden medir su impacto en la reducción de los síntomas de este trastorno y los efectos secundarios de la medicación tradicional, los resultados iniciales animan a realizar más estudios.
Las personas con TDAH suelen tener niveles más bajos de dopamina[6]. Según varios estudios, se ha demostrado que el CBD aumenta y regula los niveles de dopamina[7]. La dopamina es un neurotransmisor que interviene en funciones importantes como el comportamiento, la cognición, la motivación, la recompensa, el sueño y la memoria.
Una de las consecuencias de TDAH es la ansiedad (el 40% la padece)autoevaluación negativa y baja autoestima[8]. Un estudio de 2015[9] concluye que una sola dosis de CBD reduce considerablemente la ansiedad, influyendo, por ejemplo, en el miedo a hablar en público.
Un estudio de 2016[10] concluyó que el CBD tenía un impacto positivo en niños que sufrían trastorno de estrés postraumático, pero siempre es recomendable consultar al médico de cabecera en estos casos.
Antes de tomar CBD, es importante que hables con tu médico, sobre todo si estás en tratamiento.
Como afirma la OMS El CBD no entraña riesgos y, en general, se tolera bien[11].
Sin embargo, aunque se ha autorizado un medicamento que contiene CBD para niños (y adultos) : EPIDOLEX. Se han realizado relativamente pocos estudios con niños[12][10] Como medida de precaución, no se recomienda tomar CBD en niños, especialmente en niños pequeños.
Uno de los síntomas del TDAH es a veces la hiperactividad. En un estudio israelí de 2018[11] realizado en niños autistas, algunos de cuyos síntomas son comunes al TDAH, 53 niños y adultos jóvenes (de entre 4 y 22 años) tomaron aceite de CBD durante 66 días. Como resultado, los síntomas de hiperactividad disminuyeron en el 68 % de los participantes, se mantuvieron sin cambios en el 29 % y aumentaron en el 3 %. Los arrebatos de ira disminuyeron en el 68% de los sujetos, pero aumentaron en el 9%.
Según un estudio clínico realizado en 2018, entre el 25 % y el 50 % de las personas que padecen esta enfermedad presentan trastornos del sueño significativos[13]. Los sujetos padecen insomnio nocturno o somnolencia excesiva durante el día. En ambos casos, los estudios demuestran que el CBD tiene un impacto positivo en la reducción de estos síntomas y en la mejora del confort del paciente[14].
En conclusión, es necesario investigar más sobre el uso del CBD en el TDAH. El problema es complejo y parece implicar varios elementos, entre ellos una deficiencia de dopamina. Sea como fuere, el CBD influye positivamente en los síntomas, haciendo que el trastorno sea más llevadero para quienes lo padecen.
Una de las formas más eficaces de tomar cannabidiol es en forma de aceite. Todo lo que tienes que hacer es colocar unas gotas directamente debajo de la lengua durante unos 30 segundos, utilizando la pipeta. Aunque el cannabidiol no tiene efectos secundarios, cada persona reacciona de forma diferente a los cannabinoides. Por lo tanto, es aconsejable empezar con la dosis más baja e ir aumentándola gradualmente hasta conseguir alivio.
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